lunes, marzo 13, 2006

...Invisible...

Marzo*13*2006
Y ahí estaba yo, observando todo desde arriba, conduciendo un auto rojo a exceso de velocidad con la adrenalina regocijante por mis venas, con el cabello volando sobre mis ideas mareadas por el movimiento, con el humo del cigarro disperso en mi alma, con el pie en el acelerador, y sin pensar, sin pensar en nada más que la imagen que había entrado por mis ojos hace unos momentos.
No podía sacarla de mi cabeza, me recorría y me recorría ordenadamente por las venas detrás de la adrenalina mareada ya de tanta vuelta. Cerré los ojos, sentí el aire en mi rostro, mis manos se despegaron del volante, no sé dónde estoy, pero no me veo muy bien.
Desde aquí todo parece un hospital, una familia llorando, un coche destrozado, unos doctores que han dejado de intentar, unas hermanas que se visten de negro, unos amigos que van enterándose paulatinamente y no pueden o no quieren creerlo.
Llegan todos a la cita, saludan y abrazan a mis padres, algo les dicen, no puedo escuchar bien; abrazan a mis hermanas e intentan consolarlas un poco.
Con paso lento se acercan a mi, las lágrimas tienen más prisa por salir de sus ojos y no pueden impedirlo, niegan con la cabeza, se alejan lentamente intentando reponerse de la impresión. No entiendo qué es lo que les asusta, si hicieron un buen trabajo por mi, me pusieron una ropa linda, me han arreglado el cabello de una manera especial, mis labios son rosas y brillantes, yo hasta creo que me veo linda, no entiendo por qué lloran.
Mamá no deja de llorar, no ha comido en dos días por más intentos que hace papá para que lo haga. Parece que ya no estaremos aquí, me suben en un coche negro y largo, todos van en sus autos detrás del que me transporta a mi, manejan muy lento, tan lento que me aburren, llevan sus intermitentes prendidas, pareciera que al unísono se despidieran de mi, no entiendo a dónde vamos.
Al fin llegamos, creí que con esa velocidad jamás lo haríamos. Hay mucho pasto y muchas flores, todo es tan tranquilo, mis hermanas son abrazadas por mis tías, mamá está más delgada, y papá tiene sus ojos hinchados, yo intento abrazarlos pero ellos no pueden sentirme.
Mamá ¿por qué me bajan? no llores, sólo ayudame a salir de aquí, que no me bajen. Papá, deja de jalar esa cuerda y diles que no me bajen, aquí está obscuro y no me gusta. ¿por qué me hacen esto?
Hay un sacerdote rezando, ¿creo que está agradeciendo porque morí en gracia de Dios? está diciendo que morí, está diciendo que me fui cuando me siento más presente que todos los que están aquí.
Definitivamente algo está mal, mis padres se han ido, ya no puedo verlos, la tierra me tapa pero no tengo calor, no siento miedo de estar sola, tengo mucho sueño, creo que dormiré un poco...

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