Tuvimos que despedirnos. Tuviste que irte.
La vida nos concedió la oportunidad de conocernos, de querenos, de convivir y por eso voy a estar agradecida por siempre.
Esa mañana conocí el dolor, el amor, el llanto con razón, la desesperanza, la necesidad y la depresión.
Me vas a hacer falta toda la vida.